La alimentación sostenible es una forma alternativa de alimentarse que tiene como fin principal el reducir el impacto negativo del consumo alimenticio en el medio ambiente. Se trata de un método particular de consumir alimentos que promueve el cuidado ambiental a la par que incentiva a una vida mucho más saludable y libre de excesos. Esta la razón principal por la cual este término está cobrando más fuerza en la actualidad.
En vista de que la población mundial está en aumento a lo largo y ancho del planeta y de que los recursos son cada vez más escasos, vale la pena conocer más sobre esta práctica alimenticia. Con este post aprenderemos a ser más responsables con el planeta e incentivar la buena salud en el hogar.
En qué consiste la alimentación sostenible
La alimentación sostenible consiste en cambiar drásticamente los hábitos alimenticios en la persona que practica esta metodología, de forma que se pueda reducir la contaminación y luchar contra el cambio climático. Así conseguimos mantener la biodiversidad terrestre y marina y, básicamente, cuidar del medio ambiente. ¡Todo mediante una alimentación responsable!
Lo que busca la alimentación sostenible es que las personas sean mucho más responsables con su entorno físico y medio ambiente en general. Hoy en días es necesario estar comprometido con el medio ambiente para así reducir la huella negativa que la humanidad está dejando en el mundo.
La idea de la alimentación sostenible tiene como base de implementación el crecimiento poblacional de los últimos años, tomando como punto de partida los 7700 millones de habitantes alrededor del mundo que hay para el año 2020.
Según las previsiones de las Naciones Unidas, de seguir con este ritmo de crecimiento, seremos unos 11200 millones de personas en el mundo para el año 2100. Esto supondrá un aumento del 45% en relación a la población actual, lo que hace surgir la siguiente pregunta: ¿Habrá recursos suficientes para alimentar a toda esa población en el futuro? Probablemente NO.
Cómo tener una alimentación más sostenible
Ya que el panorama mundial no se ve muy prometedor, hoy día se ha optado por hacer lo máximo posible para preservar el planeta y la vida dentro de este tanto como sea posible. El objetivo de estás prácticas es empezar a implementar en tu vida cotidiana una serie de hábitos ecológicos y saludables.
Consumir los productos locales y de temporada
Al consumir alimentos próximos durante todo el año estarás garantizando alimentos frescos y saludables en tu nevera que tendrán un alto valor nutritivo. De esta forma estamos incentivando la no implementación de conservación artificial (cómo el uso de cámaras frigoríficas industriales por ejemplo). Así, reducimos la contaminación y contribuimos al ahorro energético que tanto bien hace al planeta.
Ingerir más frutas y verduras
La Organización Mundial de la Salud aconseja que se implementen dietas en donde predominen vegetales en contraposición con la proteína animal, ya que los primeros tipos de alimentos mencionados son mucho más saludables y ayudan a aprovechar al máximo lo que la tierra tiene para ofrecer. ¡Se recomienda seguir dietas como la mediterránea!
Reducir el consumo de pescados, lácteos y carnes rojas
En vista del alto crecimiento poblacional de la actualidad, hoy día se ha aumentado la producción de carnes, pescados, lácteos y demás productos derivados del origen animal. Con este comportamiento, comprometemos una cuarta parte (aproximadamente) de la superficie del planeta. Por si esto no fuera suficiente, se estima que un 37% de la emisión de gases de efecto invernadero proviene de la producción de estos alimentos de origen animal. Por ende, ¡hay que reducir el consumo de carnes rojas, pescados y demás alimentos parecidos!
Optar por los alimentos naturales en vez de los procesados
Pese a que los alimentos procesados sean más económicos y cómodos de trabajar en la cocina, lo cierto es que esta clase de alimentos conllevan un trabajo de fabricación que perjudica al medio ambiente además de perjudicar tu salud, conteniendo muchos más azúcares y grasas que una alimentación normal basada en alimentos no procesados.
La producción de este tipo de alimentación tiende a emplear alimentos no procesado y envasados en envases reciclables.
Apoyar el comercio justo
El comercio justo (en este particular) es aquel que consiste en adquirir aquellos alimentos en donde su producción y venta tenga una relación comercial justa tanto para productores y consumidores. De esta forma, estarás apoyando el comercio local y evitas comprar alimentos que provengan de grandes organizaciones que no garanticen las buenas condiciones laborales a sus empleados a la par que contaminan el planeta.
Alimentación sostenible. Sinónimo de productos ecológicos con sello de sostenibilidad
Esta clase de productos están hechos de la forma más sostenible y responsable posible, careciendo de elementos tóxicos tanto en su producción como en su composición. Por ende, ¡estos alimentos son tu mejor alternativa para tener una comida sostenible! Opta pues por aquellos alimentos que tengan etiquetas tales como:
- El logotipo ecológico de la UE.
- El certificado de agricultura sostenible y buenas prácticas (también conocido como UTZ).
- El certificado Fairtrade, el cual garantiza que el producto cumple con los criterios de comercio justo.
Limitar el consume de alimentos y evitar su desperdicio. Opta por comida sostenible
Lo último que se recomienda hacer para llevar una alimentación sostenible es simplemente no caer en los excesos alimenticios y no botar la comida. Aunque no lo creas, aproximadamente cada año se desperdician cerca de 1300 toneladas de comida alrededor del mundo, contaminando al ambiente irreparablemente con la generación de desperdicio muy mal aprovechado
Con todo esto dicho en consideración, la mejor forma de iniciar con una alimentación sostenible es simplemente hacer consciente el hecho de que se debe consumir alimentos ricos en vitaminas y proteínas que no perjudiquen al entorno directo que te rodea. Hecho esto, ya solo queda seguir paso a paso lo antes explicado para que puedas reducir la huella ambiental que tú mismo dejas en el medio ambiente.
De implementarse cada uno de estos puntos antes mencionados, estarás mejorando tu calidad de vida al mismo tiempo que estarás promoviendo la salud ambiental, ¡siendo esto tan ventajoso para ti como para el resto del mundo! Siendo así, ¿empezarás a comer de forma sostenible?